ⓒ 2019 WATV

Un evento se llevó a cabo para los miembros que se preparaban para la predicación en el extranjero siguiendo el ritmo de la misión de predicación a siete mil millones de personas. Se trata del 16.º Concurso de Predicación de la Biblia en Idioma Extranjero celebrado en el Instituto de Formación Go&Come de Okcheon el 26 de mayo. Ese día, 6000 miembros coreanos, incluyendo miembros del personal pastoral que tienen una gran voluntad para la evangelización mundial, y el 74.º Grupo de Visita del Extranjero, se reunieron en el Instituto de Formación Go&Come de Okcheon.

En el culto, la primera parte del evento, la Madre dijo: “Los que tienen fe y siguen el paso de la profecía son los obreros del nuevo pacto que agradan a Dios”, y oró para que todos sus hijos pudieran mostrar la gloria de Dios con una fe lo suficientemente grande para sorprender al mundo. Asimismo señaló: “Los bienaventurados son los que toman en serio lo que está escrito en la Biblia, así como leer y oír las profecías”. La Madre animó a los participantes, diciendo: “A fin de predicar el evangelio a todas las naciones según lo escrito en la Biblia, el idioma es importante junto con la fe. Dado que han preparado idiomas extranjeros con fe en la profecía, tomen la delantera en difundir el evangelio al mundo entero, vistiéndose del poder del Espíritu Santo, como fue en los días de la iglesia primitiva” (Ap. 1:3, Mr. 16:15-16, Mt. 28:18-20,
Mt. 24:13-14, Dt. 28:1-6, 13).

El Primer Pastor Kim Joo-cheol dio gracias a Dios por permitirnos llevar a cabo el Concurso de Predicación de la Biblia en Idioma Extranjero 16 veces hasta ahora con el constante interés y la participación de los miembros. Y deseó que todos los participantes tengan la misma fe que la de Pedro y la misma pasión de Pablo, de modo que la habilidad en el idioma dada por Dios pueda usarse para la valiosa obra de salvar almas.

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La segunda parte del concurso comenzó con la declaración de apertura pronunciada por la Madre. El ambiente ardía de pasión. Todos los participantes, desde adultos con canas hasta jóvenes estudiantes, estaban entusiasmados con la presentación, aunque eran diferentes en edad y género. Los participantes se dividieron en 249 grupos y presentaron la verdad vigorosamente en 26 idiomas, como inglés, español, portugués, ruso, hindi, mongol, etc. Esta vez, aumentó considerablemente el número de miembros que participaron incluso en idiomas que no son fáciles de tratarse, como bengalí, cantonés y jemer (camboyano), lo cual mostró su deseo de transmitir las buenas nuevas de vida a todas las ciudades y continentes.

Los miembros extranjeros se unieron a los grupos de sus lenguas maternas y escucharon la predicación del sermón de los participantes coreanos, haciendo una presentación ejemplar. El hermano Gergely, de Budapest, Hungría, dijo sorprendido: “El húngaro no es fácil de aprender debido a la dificultad de la pronunciación y la gramática. Así que me impresionaron mucho los miembros coreanos que habían preparado sus presentaciones al nivel de un húngaro nativo”. La hermana Itzel, de Querétaro, México, expresó su fuerte voluntad: “El solo hecho de que haya un concurso para 26 idiomas es bastante estupendo. Cuando regrese a mi país, también predicaré el evangelio con todas mis fuerzas, tal como lo hacen los miembros coreanos”.

Mientras el concurso estaba en plena marcha en el salón principal, el Primer Pastor Kim Joo-cheol dio una conferencia especial para los miembros que asistieron a la educación de idiomas en el gimnasio. Sembró confianza en los corazones de los participantes, diciendo: “Todo es el fruto de sus pensamientos. Si siguen esforzándose con una meta del evangelio definida, pueden cumplirla completamente, vestidos con el poder del Espíritu Santo”.

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En este concurso, unos 60 participantes fueron galardonados con premios. La Madre premió a cada uno de los ganadores y los felicitó, tomando sus manos. El hermano Yu Jeong-soo (de Chuncheon, ganador en la categoría Inglés), que había orado con lágrimas todos los días al darse cuenta de su deficiente habilidad para el idioma mientras predicaba el evangelio en Filipinas, manifestó: “Experimenté que cuando confiaba en el Padre y la Madre, más que en mí mismo, recibía capacidad. Cumpliré la misión del evangelio que me ha sido dada, pidiendo siempre el poder de Dios sin ser arrogante”.

La hermana Song Ji-ye (de Bucheon, ganadora en la categoría Japonés), que se especializó en japonés en la universidad, expresó su esperanza: “Practiqué cuidadosamente la gramática para que la verdad no se distorsione. Creo que Dios me otorgó este premio para animarme más. Así que me prepararé mejor y sin falta predicaré la Pascua, la manera de escapar de los desastres, en Japón, donde ocurren muchos desastres”.

Al final del concurso, la Madre los animó y les dijo: “Les agradezco por prepararse duro con el corazón de seguir la vida del evangelio del Padre. Como dijo el Padre: ‘Mis ovejas oyen mi voz’, prediquen la verdad con confianza a quienquiera que encuentren”. Los participantes confirmaron la visión del evangelio y se armaron de valor. Sus ojos brillaban con la resolución de entregar las nuevas de salvación a siete mil millones de personas más rápidamente.